Todo lo que enviamos,
hacemos y deseamos
a los y las demás se devuelve como un bumerán.
La ley del karma es la ley de recoger la siembra,
todo lo que damos y hacemos
se nos devuelve.
Toda acción genera un efecto y todos nuestros pensamientos, palabras y acciones tienen consecuencias en el plano material
y en el plano espiritual.
Mi padre en espíritu me mostró en un sueño que todos los actos de dañar o de desear el mal al prójimo desatan en el
mundo espiritual fuerzas que no alcanzamos a imaginar en el mundo dual y que
esas fuerzas generan consecuencias que se reflejan en este mundo material como enfermedades y desastres.
Cada uno da lo que recibe
y luego recibe lo que da,
y luego recibe lo que da,
nada es más simple,
no hay otra norma:
nada se pierde,
todo se transforma.
Jorge Drexler