lunes, 30 de noviembre de 2015

Himno al Espíritu Santo

Ven, Espíritu Divino,
manda tu luz desde el cielo.

Padre amoroso del pobre,
don, en tus dones espléndido;
luz que ilumina las almas
fuente del mayor consuelo.

Ven, dulce huésped del alma,
descanso en nuestros esfuerzos,
tregua en el duro trabajo,
brisa en las horas de fuego,
gozo que enjuga las lágrimas,
y reconforta en los duelos.

Llega hasta el fondo del alma
Divina luz y enriquécenos.

Mira el vacío del alma
Si Tú le faltas por dentro.

Mira el poder del pecado
cuando no envías tu aliento.

Riega la tierra en sequía.

Sana el corazón enfermo.

Lava las manchas. 

Infunde calor de vida en mi hielo.

Doma al espíritu indómito,
guía al que tuerce el sendero.

Reparte tus siete dones
según la fe de tus siervos.

Por tu bondad y tu gracia
dale al esfuerzo su éxito.

Salva al que busca salvarse
y danos tu gozo eterno. 
Amén.


Oración al Espíritu Santo 

Cardenal Verdier

Oh Espíritu Santo,
Amor del Padre, y del Hijo,
Inspírame siempre
lo que debo pensar,
lo que debo decir,
cómo debo decirlo,
lo que debo callar,
cómo debo actuar,
lo que debo hacer,
para gloria de Dios,
bien de las almas
y mi propia Santificación.
Espíritu Santo,
Dame agudeza para entender,
capacidad para retener,
método y facultad para aprender,
sutileza para interpretar,
gracia y eficacia para hablar.

Dame acierto al empezar
dirección al progresar
y perfección al acabar.
Amén.

sábado, 21 de noviembre de 2015

¡Saber vivir!

"Cuando me amé de verdad, comprendí que en cualquier circunstancia, yo estaba en el lugar correcto y en el momento preciso. 
Y, entonces, pude relajarme. 
Hoy sé que eso tiene nombre: 
Autoestima.

Cuando me amé de verdad, pude percibir que mi angustia y mi sufrimiento emocional, no son sino señales de que voy contra mis propias verdades. 
Hoy sé que eso es: 
Autenticidad.

Cuando me amé de verdad, dejé de desear que mi vida fuera diferente, y comencé a ver que todo lo que acontece contribuye a mi crecimiento. 
Hoy sé que eso se llama: 
Madurez.

Cuando me amé de verdad, comencé a comprender por qué es ofensivo tratar de forzar una situación o a una persona, solo para alcanzar aquello que deseo, aún sabiendo que no es el momento o que la persona (tal vez yo mismo) no está preparada.
Hoy sé que el nombre de eso es: 
Respeto.

Cuando me amé de verdad, comencé a librarme de todo lo que no fuese saludable: personas y situaciones, todo y cualquier cosa que me empujara hacia abajo. 
Al principio, mi razón llamó egoísmo a esa actitud.
Hoy sé que se llama: 
Amor hacia uno mismo.

Cuando me amé de verdad, dejé de preocuparme por no tener tiempo libre y desistí de hacer grandes planes, abandoné los mega-proyectos de futuro. 
Hoy hago lo que encuentro correcto, lo que me gusta, cuando quiero y a mi propio ritmo 
Hoy sé, que eso es:
Simplicidad.

Cuando me amé de verdad, desistí de querer tener siempre la razón y, con eso, erré muchas menos veces. 
Así descubrí la 
Humildad.

Cuando me amé de verdad, desistí de quedar reviviendo el pasado y de preocuparme por el futuro. 
Ahora, me mantengo en el presente, que es donde la vida acontece. 
Hoy vivo un día a la vez.
Y eso se llama: 
Plenitud.

Cuando me amé de verdad, comprendí que mi mente puede atormentarme y decepcionarme. 
Pero cuando yo la coloco al servicio de mi corazón, es una valiosa aliada. 
Y esto es ¡Saber vivir!

No debemos tener miedo de cuestionarnos. 
Hasta los planetas chocan y del caos nacen las estrellas".

Charles Chaplin

viernes, 20 de noviembre de 2015

Robadores de sueños

Por Rigo Vargas

¿Cuántas veces te ha pasado que al querer iniciar algún camino diferente en tu vida, nunca falta alguien que te desanime? 

Ya sea que tu propósito sea abrir un nuevo negocio, entrar a estudiar cualquier arte o ciencia, atreverte a invitar a salir a esa persona que tanto te gusta o simplemente arriesgarte a comportarte de forma diferente a lo que los demás esperan de ti, siempre habrá una voz que se alzará en tu contra, tratando de convencerte que ni siquiera lo intentes, alegando que es por tu propio bien.

Esa oposición, que suele provenir de la gente más cercana a nuestro alrededor, es efecto de una antigua ley que incluso aparece en el ámbito de la física, y que fue descubierta por Isaac Newton. Es la “ley de acción y reacción” que postula lo siguiente: “Con toda acción, ocurre siempre una reacción de igual fuerza, pero en sentido contrario a ésta”. 

Esto trae como consecuencia que mientras más hablas de tus planes y proyectos, más intensamente tendrás oposición por parte de los robadores de sueños que te rodean.

Curiosamente, mientras los frutos de tu plan sean más intangibles y no impliquen remuneración económica, la oposición es aún mayor. 

Por ejemplo: no es lo mismo que platiques que te gustaría abrir una tintorería, porque es algo que desde niño te ha llamado la atención, a que comentes que tienes interés en unirte a un grupo que practica meditación semanal. 

Siempre tendrás más reacciones a la segunda que a la primera, por extraño que parezca.

También los proyectos a largo plazo suelen tener una oposición muy fuerte. 

Cuando les comenté a mis amigos la idea que tenía de escribir un libro, hubo uno que me dijo textualmente: “Ya déjate de tonterías y mejor ponte a trabajar. No sé por qué te la pasas pensando en cosas que no te dejan dinero y te quitan tiempo para ganarlo. Ya pon los pies sobre la tierra”. En ese instante supe que iba por buen camino.

Paradójicamente, este tipo de reacción es buena señal, quiere decir que nuestros pasos van bien encaminados hacia el objetivo que nos hemos propuesto. Cuando no hay oposición, se debe a que la intención no tiene la suficiente fuerza como para generarla y por lo tanto no es significativa, ni en impulso ni en los posibles resultados.

Si entiendes que la función de los robadores de sueños es dedicarse a desanimarte, tienes que considerar la etimología de la palabra “desanimar”: se compone de dos partes “des”, que es negación y “anima” que se refiere al alma, a la vida. Esto es, des-animar equivale a negar los impulsos de tu alma, a robártelos utilizando argumentos que parecen razonables, y que si son aceptados por ti, habrás permitido que gane la fuerza opositora natural, en lugar de la de tu ser interior.

El robador de sueños, en la mayoría de los casos, creerá que está actuando en pro de la persona, y sin malas intenciones, sin darse cuenta que sólo es un artífice de fuerzas naturales que posiblemente no se había dado cuenta que existen y que lo motivan a actuar de esa forma. 

Incluso, cuando consiguen que alguien desista de sus sueños, decretan orgullosos: “Lo hice entrar en razón”. 

Lo único que ocurre, es que se vuelven la voz del ego, que logra contaminar al ego del otro, por resonancia. 

Me pregunto qué pasaría si la frase fuera cambiada por “Lo hice entrar en corazón”. En lugar de fuerza opositora, se convertiría indudablemente en impulsora.

Conociendo esto, debemos sentirnos agradecidos por la existencia de estos personajes, porque finalmente son evidencia de que lo que nos proponemos llevar a cabo, será indudablemente benéfico para nosotros y para los que nos rodean, y en última instancia, para el mundo. 


Nunca hay que menospreciar un sueño.

De ahora en adelante, cuando tengas la intención de hacer algo cuyo deseo viene de tu interior, hónralo, porque es tu alma encaminándote a cristalizar los propósitos de tu existencia y mientras lo concretas, sólo compártelo con aquellas personas que sabes que no te robarán tus sueños y que además te alentarán a realizarlos. 

Evita a toda costa convertirte tú también en uno de ellos, por muy bien intencionado que creas estar. 

Sé la fuerza que impulsa, no la que detiene. 

Si aun así aparece un robador de sueños, agradécele y perdónalo porque sólo está enseñándote que tus pasos van en dirección correcta.

¡Que tengas un feliz fin de semana!

Tomado de: Robadores de sueños


lunes, 16 de noviembre de 2015

Recordando a mi padre...

Inashi y Carlín mis dos amores del alma que viven por siempre en Espíritu,
los extrañamos muchísimo, hemos aprendido muchísimo de ambos,
de su partida, de la vida, de la muerte, de la vida después de la muerte,
los seguimos amando con toda el alma y el corazón
Querido Papá:

Gracias por estar conmigo y vivir cada momento y segundo conectado espiritualmente con tu amada familia.

Tu AMOR es lo más maravilloso que me ha sucedido en la vida terrenal y espiritual. 

Mi amado Padre y yo, papá te amo con toda el alma y el corazón...
Te AMO, siempre te AMARÉ, mi CARLÍN. Nos haces mucha falta, demasiado Papá, te extraño y te quiero, mi CARLÍN. 

Espero que estés con José H., con la bebé, con Inashi y todas las mascotas.


Todos mis ancestros y mis seres de luz, guía, amor y protección estén juntos y juntas y el amor, la luz y alegría sea nuestra guía siempre.

GRACIAS DIOS MÍO por MI PADRE y por todos los seres  maravillosos de energía amorosa y positiva que has puesto en mi vida.