viernes, 25 de diciembre de 2015


"La Navidad suele ser una fiesta ruidosa: 
nos vendria bien un poco de silencio, 
para oir la voz del Amor."

 Navidad eres tú Papá
Te recordamos con inmenso amor y gratitud
Te queremos y te amamos
Me enseñaste a amar la Navidad
Me enseñaste a celebrar el nacimiento de Jesús
Siempre llevaré en mi corazón la Navidad
Porque la Navidad eres Tú.
La Navidad es Amor
La Navidad es Familia
La Navidad somos los cuatro
Gracias por darme 
el mejor regalo de Navidad
de toda la vida:
Mi mamá, mi hermano y tu Papá
Con inmenso amor y cariño.
Patricia
Navidad eres tú, cuando decides nacer de nuevo cada día y dejar entrar a Dios en tu alma. El pino de Navidad eres tú, cuando resistes vigoroso a los vientos y dificultades de la vida. Los adornos de Navidad eres tú, cuando tus virtudes son colores que adornan tu vida. La campana de Navidad eres tú, cuando llamas, congregas y buscas unir. Eres también luz de Navidad, cuando iluminas con tu vida el camino de los demás con la bondad, la paciencia, alegría y la generosidad.

Los ángeles de Navidad eres tú, cuando cantas al mundo un mensaje de paz, de justicia y de amor. La estrella de Navidad eres tú, cuando conduces a alguien al encuentro con el Señor. Eres también los reyes Magos, cuando das lo mejor que tienes sin importar a quien. La música de Navidad eres tú cuando conquistas la armonía dentro de ti. El regalo de Navidad eres tú, cuando eres de verdad amigo y hermano de todo ser humano. La tarjeta de Navidad eres tú, cuando la bondad está escrita en tus manos. La felicitación de Navidad eres tú, cuando perdonas y reestableces la paz, aun cuando sufras. La cena de Navidad eres tú, cuando sacias de pan y de esperanza al pobre que está a tu lado. Tú eres, sí, la noche de Navidad, cuando humilde y consciente, recibes en el silencio de la noche al Salvador del mundo sin ruidos ni grandes celebraciones; tú eres sonrisa de confianza y de ternura, en la paz interior de una Navidad perenne que establece el Reino dentro de ti. Una muy Feliz Navidad para todos los que se parecen a la Navidad.

Mensaje de Navidad. Papa Francisco 

miércoles, 16 de diciembre de 2015

La historia del Pesebre

El pesebre lo inventó San Francisco de Asís, el santo de la humildad y de la pobreza, en la Navidad de 1223, hace muchos años ya, en el pueblecito de Greccio, en Italia.

Francisco estaba débil y enfermo, y pensando que tal vez aquella sería su última Navidad en la tierra, quiso celebrarla de una manera distinta y muy especial.

Un amigo de Francisco, el señor Juan Velita, era dueño de un pequeño bosque en las montañas de Greccio, y en el bosque había una gruta que a Francisco se le parecía mucho a la cuevita donde nació Jesús, en los campos de Belén, y que él había conocido hacía poco en su viaje a Tierra Santa.

Francisco habló con su amigo, le contó su idea de hacer allí un “pesebre vivo”, y juntos lo prepararon todo, en secreto, para que fuera una sorpresa para los habitantes del pueblo, niños y grandes.

Entre la gente del pueblo, Francisco y Juan escogieron algunas personas para que representaran a María, a José, y a los pastores; les hicieron prometer que no dirían nada a nadie antes de la Navidad, y, siguiendo el relato del Evangelio de San Lucas, prepararon la escena del nacimiento. ¡Hasta consiguieron un hermoso bebé para que representara a Jesús!

La noche de Navidad, cuando todas las familias estaban reunidas en sus casas, las campanas de la iglesia empezaron a tocar solas…  ¡Tocaban y tocaban como si hubiera una celebración especial!… Pero nadie sabía qué estaba pasando… El Párroco del pueblo no había dicho que fuera a celebrar la  Misa del Gallo… la Misa de Medianoche….

Sorprendidos y asustados a la vez, todos los habitantes de Greccio salieron de sus casas para ver qué estaba sucediendo… Entonces vieron a Francisco que desde la montaña los llamaba, y les indicaba que subieran donde él estaba.

Alumbrándose con antorchas, porque la noche estaba muy oscura y hacía mucho frío, todos se dirigieron al lugar indicado, y cuando llegaron quedaron tan admirados, que cayeron de rodillas, porque estaban viendo algo que nunca habían pensado poder ver.

Era como si el tiempo hubiera retrocedido muchos, muchos años, y se encontraran en Belén, celebrando la primera Navidad de la historia: María tenía a Jesús en sus brazos, y José, muy entusiasmado, conversaba con un grupo de pastores y pastoras, que no se cansaban de admirar al niño que había acabado de nacer…

Después, cuando todos se calmaron, el sacerdote, que había sido cómplice de Francisco y de Juan Velita en aquel secreto, celebró la Santa Misa, y Jesús se hizo presente en el Pan y el Vino consagrados, como pasa siempre que se celebra una Misa en cualquier lugar del mundo.

Terminada la Eucaristía, Francisco, lleno de amor y de alegría, les contó a todos los presentes, con lujo de detalles, la hermosa historia de la Navidad, y Jesús, “luz del mundo”, llenó sus corazones de paz y de amor.

Tres años más tarde, Francisco de Asís murió, dejándonos esta hermosa costumbre de hacer el pesebre todos los años, que a todos nos gusta tanto.

Fuente: La historia del pesebre

lunes, 7 de diciembre de 2015

Noche de las velitas



La noche del 7 de diciembre es quizás una de las más brillantes del año y no se debe al firmamento estrellado –que, de algún modo, colabora en este sentido– sino más bien en las miles de velitas que los niños encienden en frente de sus casas ante la mirada maravillada de sus familiares.

La noche de las velitas es una tradición bien arraigada en Colombia y puede considerarse como la primera gran celebración dentro del periodo que engloban las fiestas de fin de año (o Navidad), aunque, en realidad, se trata de una fiesta relativamente joven.

Su primera celebración nos traslada oficialmente a mediados del siglo XX, el 8 de diciembre de 1854 para ser precisos, cuando el Papa Pío IX declaró la Inmaculada Concepción de la Virgen María dogma de fe por haber sido preservada del pecado original desde su concepción.

Sin embargo, desde la época del Imperio Romano se observa la existencia de diversas fiestas de orden religioso y pagano en las que se alaba a mujeres consideradas vírgenes. A mediados del siglo XV se propagó una fiesta por Irlanda, Inglaterra, Alemania, Francia y España, conocida como "La concepción de Nuestra Señora" que se celebraba justamente el 8 de diciembre.

A partir de 1854, las familias colombianas se reúnen para prender al menos una docena de pequeñas velas de colores y faroles y colocan banderas de colores blanco y azul (aunque esta tradición se ha ido perdiendo últimamente), para convertir las calles en un bello espectáculo luminoso.

El uso de las banderas blanco y azul nos remite a la época colonial y representa un saludo a la Virgen. Los colores incluidos son los que habitualmente luce la Virgen María en las representaciones oficiales de la Iglesia.

Según ciertos teólogos –como Álvaro Rodríguez Vásquez–, la noche de las velitas significa la iluminación que hizo Dios en la Virgen y la aceptación de ella de ese proceso divino.

Además, subrayan que en la noche del 7 de diciembre existe una gran influencia materna que evidencia el lugar preponderante que tiene la madre en el hogar y en la sociedad.

Por su lado, Monseñor Juan Carlos Castellanos sostiene que las velitas son un simbolismo y representan la unidad familiar, la fe y la esperanza. Es un momento idóneo para encontrarse con la familia y abrazar las creencias cristianas.

Según él, la noche de las velitas es una forma de revivir las tradiciones hermosas venidas del campo y recordar cómo los campesinos prendían las hogueras para saltarlas en un acto de valor.

domingo, 6 de diciembre de 2015

La Corona de Adviento

Al Universo le encantan los símbolos, la Corona de Adviento está llena de símbolos y mensajes maravillosos:

La forma circular: significa unidad, Dios no tiene principio, ni fin, es ETERNO...

El follaje verde significa: ESPERANZA.

El color rojo significa: AMOR.

Los colores de las velas:

MORADO: austeridad, penitencia, transmutación y transformación

ROSA: Amor puro, gozo y Amor a MARÍA.

BLANCO representa a CRISTO y significa PUREZA.