Diálogo a través del arte, de la creatividad, del encuentro, del consenso y del disenso pacífico
jueves, 6 de septiembre de 2018
viernes, 20 de julio de 2018
La carta de Novak Djokovic... explicación de Cuando soy débil, entonces soy fuerte.
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Novak Djokovic |
Cuando me convertí en
padre, uno de mis mayores sueños era tener a mis hijos presentes en las gradas
mientras jugaba. Por no hablar de ganar trofeos. Ese sueño se hizo realidad
hace varios días. Todos siguen pidiéndome que describa el sentimiento. He dicho
que es inolvidable, especial, gratificante, maravilloso y alegre.
Pero, sobre todo, ¡es
mágico! Cuando pensé que ese momento no podía mejorar, gritó "¡Papá,
papá!". Fue entonces cuando me emocioné por completo. Estoy muy AGRADECIDO
de haber experimentado eso. He imaginado y rezado para que un día ganara un
trofeo de Grand Slam delante de mi hijo. Afortunadamente para mí, Tara está
creciendo y no puedo esperar a que ella me vea hacer lo mismo que hice enfrente
de Stefan.
El tenis era todo para mí
hasta que me convertí en padre y esposo.
Todo lo que hice estuvo dirigido al
éxito del tenis. Cuando me convertí en padre y esposo, mi "mundo"
evolucionó. No cambió, se convirtió en algo más hermoso. Por supuesto, se suman
más responsabilidades, pero al final del día, se abre una nueva dimensión de
amor y energía dentro de ti que nunca sabría que existía. El regalo más grande
que recibes de Dios es la mayor sensación de empatía, compasión y devoción
hacia tus hijos. Pero no todo está claro una vez que te conviertes en padre; se
necesita aprendizaje para alcanzar ese "equilibrio de oro" en la vida
que todos buscan.
Para mí fue el equilibrio
entre el tenis, las prioridades y la familia. Mi esposa fue tan servicial y
solidaria desde que dio a luz a Stefan y Tara. Siempre se tomaba el tiempo para
hablar de lo que fuera que me molestaba y para ayudarme a encontrar la manera
de sentir que estoy dando lo mejor de mí en casa con los niños y ella y en la
cancha de tenis.
La lesión fue uno de los
problemas, el otro gran motivo fue cualquier motivación. No tuve problemas para
practicar y disfrutar de la cancha de tenis, pero tenía obstáculos mentales
cuando tenía que competir.
Siempre he respetado a las
personas que comparten sus momentos más vulnerables como puntos de inflexión en
la búsqueda de la verdadera fuerza que inspira a tanta gente. Fui vulnerable
tantas veces en los últimos años, y todavía soy vulnerable. No me da vergüenza.
Por el contrario, me hace más fiel a mí mismo y a los demás. Me permite
acercarme a las personas. Me permite "profundizar" y analizar lo que
realmente está sucediendo dentro de mí. Cuando descubro eso, puedo crear una
estrategia para superar este problema y avanzar como un ser humano más fuerte,
más sabio y más feliz.
Durante los últimos 2
años, no fui paciente con mis expectativas de tenis. No fui prudente en
estrategias. Y ciertamente no estaba oyendo claramente mi cuerpo diciéndome que
algo serio pasaba con mi codo. Estaba tratando de encontrar soluciones en otro
lado y el problema siempre estaba dentro de mí.
Después de muchos cambios
realizados con entrenamiento, raqueta, miembros del equipo, no sabía si podría
volver al nivel deseado de tenis. En realidad, una parte de mí siempre creyó en
mis propias cualidades y capacidades, pero hubo muchos momentos dudosos en los
que el curso de acción podría haber sido diferente.
Afortunadamente, tuve la
ayuda de todas las fuerzas divinas que me guiaron en la dirección correcta.
Dirección que es buena para mí, que me traerá paz y equilibrio.
Me gustaría extender mi
mayor aprecio, respeto y amor a todas las personas que han creído en mí y me
han ayudado a ganar otro trofeo de Wimbledon. Los amo, amo el tenis y me
encanta la vida.
Posdata: el césped de
Wimbledon tenía un gran sabor una vez más. Solo agregaría un poco de aguacate y
sería perfecto.
Segunda carta del apóstol San Pablo
a los Corintios 12, 1-10
Hermanos:
Toca presumir. Ya sé que no está bien, pero paso a las visiones y revelaciones
del Señor. Yo sé de un cristiano que hace catorce años fue arrebatado hasta el
tercer cielo, con el cuerpo o sin cuerpo, ¿qué sé yo?, Dios lo sabe. Lo cierto
es que ese hombre fue arrebatado al paraíso y oyó palabras arcanas, que un
hombre no es capaz de repetir. De uno como ese podría presumir; lo que es yo,
solo presumiré de mis debilidades. Y eso que, si quisiera presumir, no diría
disparates, diría la pura verdad; pero lo dejo, para que se hagan una idea de
mí solo por lo que ven y oyen. Por la grandeza de estas revelaciones, para que
no tenga soberbia, me han metido una espina en la carne: un ángel de Satanás
que me apalea, para que no sea soberbio. Tres veces he pedido al Señor verme
libre de él; y me ha respondido: «Te basta mi gracia; la fuerza se realiza en
la debilidad». Por eso, muy a gusto presumo de mis debilidades, porque así
residirá en mí la fuerza de Cristo. Por eso, vivo contento en medio de mis
debilidades, de los insultos, las privaciones, las persecuciones y las
dificultades sufridas por Cristo. Porque, cuando soy débil, entonces soy
fuerte.
viernes, 8 de junio de 2018
El Sagrado Corazón de Jesús: el corazón que siempre ama...
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Sagrado Corazón de Jesús en vos confío... |
PRIMERA LECTURA
Mi corazón está perturbado
Lectura de la profecía de Oseas 11, 1. 3-4. 8c-9
Esto dice el Señor:
«Cuando Israel era joven lo amé y de Egipto llamé a mi hijo.
Era yo quien había criado a
Efraín, tomándolo en mis brazos; y no reconocieron que yo lo cuidaba.
Con lazos humanos los atraje
con vínculos de amor.
Fui para ellos como quien alza
un niño hasta sus mejillas.
Me incliné hacia él para dale
de comer.
Mi corazón está perturbado, se
conmueven mis entrañas.
No actuaré al ardor de mi
cólera, no volveré a destruir a Efraín, porque yo soy Dios, y no hombre; santo
en medio de vosotros, y no me dejo levar por la ira».
Palabra de Dios
Is 12, 2-3. 4bcd. 5-6
R. Sacaréis aguas con gozo de las fuentes de la salvación.
R. Sacaréis aguas con gozo de las fuentes de la salvación.
«Él es mi Dios y Salvador:
confiaré y no temeré,
porque mi fuerza y mi poder es el Señor,
él fue mi salvación».
Y sacaréis aguas con gozo
de las fuentes de la salvación. R.
confiaré y no temeré,
porque mi fuerza y mi poder es el Señor,
él fue mi salvación».
Y sacaréis aguas con gozo
de las fuentes de la salvación. R.
«Dad gracias al Señor,
invocad su nombre,
contad a los pueblos sus hazañas,
proclamad que su nombre es excelso». R.
invocad su nombre,
contad a los pueblos sus hazañas,
proclamad que su nombre es excelso». R.
Tañed para el Señor,
que hizo proezas,
anunciadlas a toda la tierra;
gritad jubilosos, habitantes de Sión:
«Qué grande es en medio de ti el santo de Israel». R.
que hizo proezas,
anunciadlas a toda la tierra;
gritad jubilosos, habitantes de Sión:
«Qué grande es en medio de ti el santo de Israel». R.
SEGUNDA LECTURA
Comprendiendo el amor de Cristo, que trasciende todo conocimiento
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios 3, 8-12. 14-19
Comprendiendo el amor de Cristo, que trasciende todo conocimiento
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios 3, 8-12. 14-19
Hermanos:
A mí, el más insignificante de todos los santos, se
me ha dado la gracia de anunciar a los gentiles la riqueza insondable de
Cristo, e iluminar la realización del misterio, escondido desde el principio de
los siglos en Dios, creador de todo.
Así,
mediante la Iglesia, los principados y potestades celestes conocen ahora la
multiforme sabiduría de Dios, según el designio eterno, realizado en Cristo,
Señor nuestro, por quien tenemos libre y confiado acceso a Dios por la fe en
él.
Por eso
doblo las rodillas ante el Padre, de quien toma nombre toda paternidad en el
cielo y en la tierra, pidiéndole que os conceda, según la riqueza de su gloria,
ser robustecidos por medio de su Espíritu en vuestro hombre interior; que
Cristo habite por la fe en vuestros corazones; que el amor sea vuestra raíz y
vuestro cimiento; de modo que así, con todos los santos, logréis abarcar lo
ancho, lo largo, lo alto y lo profundo, comprendiendo el amor de Cristo, que
trasciende todo conocimiento.
Así
llegaréis a vuestra plenitud, según la plenitud total de Dios.
Palabra de Dios
Aleluya Mt 11, 29ab
R. Aleluya, aleluya, aleluya
R. Aleluya, aleluya, aleluya
Tomad mi yugo sobre vosotros –
dice el Señor -,
y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón. R.
y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón. R.
EVANGELIO
Le traspasó el costado, y salió sangre y agua
Le traspasó el costado, y salió sangre y agua
Lectura del santo Evangelio según san Juan 19, 31-37
Los judíos, como era el día de la Preparación, para que no se quedaran
los cuerpos en la cruz el sábado, porque aquel sábado era un día grande,
pidieron a Pilato que les quebraran las piernas y que los quitaran.
Fueron los soldados, le
quebraron las piernas al primero y luego al otro que habían crucificado con él;
pero al llegar a Jesús, viendo que ya había muerto, no le quebraron las
piernas, sino que uno de los soldados, con la lanza, le traspasó el costado, y
al punto salió sangre y agua.
El que lo vio da testimonio, y
su testimonio es verdadero, y él sabe que dice verdad, para que también
vosotros creáis.
Esto ocurrió para que se
cumpliera la Escritura: «No le quebrarán un hueso»; y en otro lugar la
Escritura dice: «Mirarán al que traspasaron»
Palabra del Señor
jueves, 7 de junio de 2018
domingo, 13 de mayo de 2018
domingo, 14 de enero de 2018
sábado, 13 de enero de 2018
Oración de sellamiento con la Sangre de Cristo
+Por la señal de la
Santa Cruz,
de nuestros enemigos,
líbranos Señor Dios nuestro,
en el nombre del
Padre, del Hijo
y del Espíritu Santo.
Amén.
Dios mío ven en mi
auxilio,
Señor, date prisa en
socorrerme.
Invoco la poderosa
protección
de la Preciosísima
Sangre redentora de Cristo,
Rey del universo y
Rey de reyes.
En el nombre de Dios
Padre,
en nombre de Dios
Hijo
y en el nombre de
Dios Espíritu Santo:
con el Poder de la
Sangre de Jesucristo el Señor,
sello y protejo,
protejo y sello,
mi consciente,
inconsciente, subconsciente,
mi razón, mi corazón,
mis sentimientos,
mis sentidos, mi ser
físico, mi ser mental,
mi ser material y mi
ser espiritual.
Dios mío ven en mi
auxilio,
Señor, date prisa en
socorrerme.
Todo lo que soy, todo
lo que tengo,
todo lo que puedo,
todo lo que sé y todo
lo que amo,
queda sellado y
protegido
con el poder de la
Sangre de Jesucristo el Señor.
Dios mío ven en mi
auxilio,
Señor, date prisa en
socorrerme.
Sello mi pasado, mi
presente y mi futuro,
sello mis planes,
metas, sueños, ilusiones,
todo lo que emprenda,
todo lo que inicie,
todo lo que piense y
haga,
queda bien sellado y
protegido
con el poder de la
Sangre de Jesucristo el Señor.
Dios mío ven en mi
auxilio,
Señor, date prisa en
socorrerme.
Sello mi persona, mi
familia, mis posesiones,
mi casa, mi trabajo,
mi negocio,
mi árbol genealógico,
lo de antes y lo de
después,
todo queda sellado y
protegido,
con el Poder de la
Sangre de Jesucristo el Señor.
Dios mío ven en mi
auxilio,
Señor, date prisa en
socorrerme.
Me escondo en la
llaga del
Costado herido de Jesús,
me escondo en el
Corazón Inmaculado
de la Santísima
Virgen María,
para que nada ni
nadie me pueda afectar
con sus maldades, sus
malas palabras y obras,
con sus malos deseos
ni con sus engaños,
para que nadie me
pueda dañar
en mi vida afectiva,
en mi economía, en mi salud,
con sus males
enviados, con sus envidias,
con sus malos ojos,
habladurías y calumnias,
ni con magias,
hechizos, conjuros o maleficios.
Dios mío ven en mi
auxilio,
Señor, date prisa en
socorrerme.
Todo mi ser queda
sellado,
todo a mi alrededor
queda sellado,
y yo ....... quedo
para siempre protegido
con la Preciosísima
Sangre de nuestro Redentor.
Amén, amén, amén.
Rezar el Credo,
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
Mientras se hace la
oración y los rezos
es conveniente tener
una vela blanca encendida,
después se deja hasta
que se consuma.
sábado, 6 de enero de 2018
La Epifanía del Señor
Son tres los gestos de los
Magos que guían nuestro viaje al encuentro del Señor, que hoy se nos manifiesta
como luz y salvación para todos los pueblos.
Los Reyes Magos ven la estrella, caminan y ofrecen regalos.
Los Reyes Magos ven la estrella, caminan y ofrecen regalos.
Los Reyes Magos representan a los distintos Pueblos: Melchor a los europeos, Gaspar a los asiáticos y Baltasar a los africanos |
Ver la estrella. Es el
punto de partida. Pero podríamos preguntarnos, ¿por qué sólo vieron la estrella
los Magos? Tal vez porque eran pocas las personas que alzaron la vista al
cielo. Con frecuencia en la vida nos contentamos con mirar al suelo: nos basta
la salud, algo de dinero y un poco de diversión.
Y me pregunto: ¿Sabemos
todavía levantar la vista al cielo? ¿Sabemos soñar, desear a Dios, esperar su
novedad, o nos dejamos llevar por la vida como una rama seca al viento?
Los
Reyes Magos no se conformaron con ir tirando, con vivir al día. Entendieron
que, para vivir realmente, se necesita una meta alta y por eso hay que mirar
hacia arriba.
Y podríamos preguntarnos todavía, ¿por qué, de entre los que miraban al cielo,
muchos no siguieron esa estrella, «su estrella» (Mt 2, 2)? Quizás porque no era
una estrella llamativa, que brillaba más que otras.
El Evangelio dice que era
una estrella que los Magos vieron «salir» (vv. 2.9). La estrella de Jesús no
ciega, no aturde, sino que invita suavemente. Podemos preguntarnos qué estrella
seguimos en la vida.
Hay estrellas
deslumbrantes, que despiertan emociones fuertes, pero que no orientan en el
camino.
Esto es lo que sucede con el éxito, el dinero, la carrera, los honores,
los placeres buscados como finalidad en la vida. Son meteoritos: brillan un
momento, pero pronto se estrellan y su brillo se desvanece. Son estrellas
fugaces que, en vez de orientar, despistan.
En cambio, la estrella del
Señor no siempre es deslumbrante, pero está siempre presente: te lleva de la
mano en la vida, te acompaña. No promete recompensas materiales, pero garantiza
la paz y da, como a los Magos, una «inmensa alegría» (Mt 2,10). Nos pide, sin
embargo, que caminemos.
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La epifanía es la revelación del Señor a todas las naciones, El Niño Dios es la LUZ, Jesús es la LUZ DEL MUNDO, Jesucristo es la LUZ que disipa las tinieblas, es la LUZ que nos ilumina y nos guía a recibir el don de la VERDAD |
Caminar, la segunda acción
de los Magos, es esencial para encontrar a Jesús. Su estrella, de hecho,
requiere la decisión del camino, el esfuerzo diario de la marcha; pide que nos
liberemos del peso inútil y de la fastuosidad gravosa, que son un estorbo, y que
aceptemos los imprevistos que no aparecen en el mapa de una vida tranquila.
Jesús se deja encontrar por quien lo busca, pero para buscarlo hay que moverse,
salir.
No esperar; arriesgar. No
quedarse quieto; avanzar. Jesús es exigente: a quien lo busca, le propone que
deje el sillón de las comodidades mundanas y el calor agradable de sus estufas.
Seguir a Jesús no es como un protocolo de cortesía que hay que respetar, sino
un éxodo que hay que vivir.
Dios, que liberó a su
pueblo a través de la travesía del éxodo y llamó a nuevos pueblos para que
siguieran su estrella, da la libertad y distribuye la alegría siempre y sólo en
el camino.
En otras palabras, para encontrar a Jesús debemos dejar el miedo a
involucrarnos, la satisfacción de sentirse ya al final, la pereza de no pedir
ya nada a la vida.
Tenemos que arriesgarnos,
para encontrarnos sencillamente con un Niño. Pero vale inmensamente la pena,
porque encontrando a ese Niño, descubriendo su ternura y su amor, nos
encontramos a nosotros mismos.
Ponerse en camino no es
fácil. El Evangelio nos lo enseña a través de diversos personajes. Está
Herodes, turbado por el temor de que el nacimiento de un rey amenace su poder.
Por eso organiza reuniones y envía a otros a que se informen; pero él no se
mueve, está encerrado en su palacio. Incluso «toda Jerusalén» (v.3) tiene
miedo: miedo a la novedad de Dios. Prefiere que todo permanezca como antes y
nadie tiene el valor de ir.
La tentación de los sacerdotes y de los escribas es más sutil. Ellos conocen el
lugar exacto y se lo indican a Herodes, citando también la antigua profecía. Lo
saben, pero no dan un paso hacia Belén. Puede ser la tentación de los que creen
desde hace mucho tiempo: se discute de la fe, como de algo que ya se sabe, pero
no se arriesga personalmente por el Señor. Se habla, pero no se reza; hay
queja, pero no se hace el bien.
Los Magos, sin embargo,
hablan poco y caminan mucho.
Aunque desconocen las verdades de la fe, están
ansiosos y en camino, como lo demuestran los verbos del Evangelio: «Venimos a
adorarlo» (v. 2), «se pusieron en camino; entrando, cayeron de rodillas;
volvieron» (cf. vv. 9.11.12): siempre en movimiento.
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El oro es un regalo para un Rey
El incienso es el aroma que se ofrece a la divinidad La Mirra resalta la condición humana de Jesús
La Salvación es el Reinado de Dios en el Hombre
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Ofrecer. Cuando los Magos
llegan al lugar donde está Jesús, después del largo viaje, hacen como él: dan.
Jesús está allí para ofrecer la vida, ellos ofrecen sus valiosos bienes: oro,
incienso y mirra. El Evangelio se realiza cuando el camino de la vida llega al
don. Dar gratuitamente, por el Señor, sin esperar nada a cambio: esta es la
señal segura de que se ha encontrado a Jesús, que dice: «Gratis habéis
recibido, dad gratis» (Mt 10,8).
Hacer el bien sin
cálculos, incluso cuando nadie nos lo pide, incluso cuando no ganamos nada con
ello, incluso cuando no nos gusta. Dios quiere esto. Él, que se ha hecho
pequeño por nosotros, nos pide que ofrezcamos algo para sus hermanos más
pequeños. ¿Quiénes son?
Son precisamente aquellos que no tienen nada para dar a
cambio, como el necesitado, el que pasa hambre, el forastero, el que está en la
cárcel, el pobre (cf. Mt 25,31-46).
Ofrecer un don grato a Jesús es cuidar a un
enfermo, dedicarle tiempo a una persona difícil, ayudar a alguien que no nos
resulta interesante, ofrecer el perdón a quien nos ha ofendido. Son dones
gratuitos, no pueden faltar en la vida cristiana. De lo contrario, nos recuerda
Jesús, si amamos a los que nos aman, hacemos como los paganos (cf. Mt 5,46-47).
Miremos nuestras manos, a menudo vacías de amor, y tratemos de pensar hoy en un
don gratuito, sin nada a cambio, que podamos ofrecer. Será agradable al Señor.
Y pidámosle a él: «Señor, haz que descubra de nuevo la alegría de dar».
Texto completo homilía Papa Francisco

lunes, 1 de enero de 2018
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