Diálogo a través del arte, de la creatividad, del encuentro, del consenso y del disenso pacífico
miércoles, 30 de diciembre de 2015
viernes, 25 de diciembre de 2015
"La Navidad suele ser una
fiesta ruidosa:
nos vendria bien un poco de silencio,
para oir la voz del
Amor."
Los ángeles de Navidad eres tú,
cuando cantas al mundo un mensaje de paz, de justicia y de amor. La estrella de
Navidad eres tú, cuando conduces a alguien al encuentro con el Señor. Eres
también los reyes Magos, cuando das lo mejor que tienes sin importar a quien.
La música de Navidad eres tú cuando conquistas la armonía dentro de ti. El
regalo de Navidad eres tú, cuando eres de verdad amigo y hermano de todo ser
humano. La tarjeta de Navidad eres tú, cuando la bondad está escrita en tus
manos. La felicitación de Navidad eres tú, cuando perdonas y reestableces la
paz, aun cuando sufras. La cena de Navidad eres tú, cuando sacias de pan y de
esperanza al pobre que está a tu lado. Tú eres, sí, la noche de Navidad, cuando
humilde y consciente, recibes en el silencio de la noche al Salvador del mundo
sin ruidos ni grandes celebraciones; tú eres sonrisa de confianza y de ternura,
en la paz interior de una Navidad perenne que establece el Reino dentro de ti.
Una muy Feliz Navidad para todos los que se parecen a la Navidad.
miércoles, 16 de diciembre de 2015
La historia del Pesebre
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Francisco estaba débil y enfermo, y pensando que tal vez
aquella sería su última Navidad en la tierra, quiso celebrarla de una manera
distinta y muy especial.
Un amigo de Francisco, el señor Juan Velita, era dueño de un
pequeño bosque en las montañas de Greccio, y en el bosque había una gruta que a
Francisco se le parecía mucho a la cuevita donde nació Jesús, en los campos de
Belén, y que él había conocido hacía poco en su viaje a Tierra Santa.
Francisco habló con su amigo, le contó su idea de hacer allí
un “pesebre vivo”, y juntos lo prepararon todo, en secreto, para que fuera una
sorpresa para los habitantes del pueblo, niños y grandes.
Entre la gente del pueblo, Francisco y Juan escogieron
algunas personas para que representaran a María, a José, y a los pastores; les
hicieron prometer que no dirían nada a nadie antes de la Navidad, y, siguiendo
el relato del Evangelio de San Lucas, prepararon la escena del nacimiento. ¡Hasta
consiguieron un hermoso bebé para que representara a Jesús!
La noche de Navidad, cuando todas las familias estaban
reunidas en sus casas, las campanas de la iglesia empezaron a tocar
solas… ¡Tocaban y tocaban como si hubiera una celebración especial!… Pero
nadie sabía qué estaba pasando… El Párroco del pueblo no había dicho que fuera
a celebrar la Misa del Gallo… la Misa de Medianoche….
Sorprendidos y asustados a la vez, todos los habitantes de
Greccio salieron de sus casas para ver qué estaba sucediendo… Entonces vieron a
Francisco que desde la montaña los llamaba, y les indicaba que subieran donde
él estaba.
Alumbrándose con antorchas, porque la noche estaba muy
oscura y hacía mucho frío, todos se dirigieron al lugar indicado, y cuando
llegaron quedaron tan admirados, que cayeron de rodillas, porque estaban viendo
algo que nunca habían pensado poder ver.
Era como si el tiempo hubiera retrocedido muchos, muchos
años, y se encontraran en Belén, celebrando la primera Navidad de la historia:
María tenía a Jesús en sus brazos, y José, muy entusiasmado, conversaba con un
grupo de pastores y pastoras, que no se cansaban de admirar al niño que había
acabado de nacer…
Después, cuando todos se calmaron, el sacerdote, que había
sido cómplice de Francisco y de Juan Velita en aquel secreto, celebró la Santa
Misa, y Jesús se hizo presente en el Pan y el Vino consagrados, como pasa
siempre que se celebra una Misa en cualquier lugar del mundo.
Terminada la Eucaristía, Francisco, lleno de amor y de
alegría, les contó a todos los presentes, con lujo de detalles, la hermosa
historia de la Navidad, y Jesús, “luz del mundo”, llenó sus corazones de paz y
de amor.
Tres años más tarde, Francisco de Asís murió, dejándonos
esta hermosa costumbre de hacer el pesebre todos los años, que a todos nos
gusta tanto.
Fuente: La historia del pesebre
Fuente: La historia del pesebre
jueves, 10 de diciembre de 2015
lunes, 7 de diciembre de 2015
Noche de las velitas
La noche del 7 de diciembre es quizás una de las más
brillantes del año y no se debe al firmamento estrellado –que, de algún modo,
colabora en este sentido– sino más bien en las miles de velitas que los niños
encienden en frente de sus casas ante la mirada maravillada de sus familiares.
La noche de las velitas es una tradición bien arraigada en
Colombia y puede considerarse como la primera gran celebración dentro del
periodo que engloban las fiestas de fin de año (o Navidad), aunque, en
realidad, se trata de una fiesta relativamente joven.
Su primera celebración nos traslada oficialmente a mediados
del siglo XX, el 8 de diciembre de 1854 para ser precisos, cuando el Papa Pío
IX declaró la Inmaculada Concepción de la Virgen María dogma de fe por haber
sido preservada del pecado original desde su concepción.
Sin embargo, desde la época del Imperio Romano se observa la
existencia de diversas fiestas de orden religioso y pagano en las que se alaba
a mujeres consideradas vírgenes. A mediados del siglo XV se propagó una fiesta
por Irlanda, Inglaterra, Alemania, Francia y España, conocida como "La
concepción de Nuestra Señora" que se celebraba justamente el 8 de
diciembre.
A partir de 1854, las familias colombianas se reúnen para
prender al menos una docena de pequeñas velas de colores y faroles y colocan
banderas de colores blanco y azul (aunque esta tradición se ha ido perdiendo
últimamente), para convertir las calles en un bello espectáculo luminoso.
El uso de las banderas blanco y azul nos remite a la época
colonial y representa un saludo a la Virgen. Los colores incluidos son los que
habitualmente luce la Virgen María en las representaciones oficiales de la
Iglesia.
Según ciertos teólogos –como Álvaro Rodríguez Vásquez–, la
noche de las velitas significa la iluminación que hizo Dios en la Virgen y la
aceptación de ella de ese proceso divino.
Además, subrayan que en la noche del 7 de diciembre existe
una gran influencia materna que evidencia el lugar preponderante que tiene la
madre en el hogar y en la sociedad.
Por su lado, Monseñor Juan Carlos Castellanos sostiene que
las velitas son un simbolismo y representan la unidad familiar, la fe y la
esperanza. Es un momento idóneo para encontrarse con la familia y abrazar las
creencias cristianas.
Según él, la noche de las velitas es una forma de revivir las
tradiciones hermosas venidas del campo y recordar cómo los campesinos prendían
las hogueras para saltarlas en un acto de valor.
domingo, 6 de diciembre de 2015
La Corona de Adviento
Al Universo le encantan los símbolos, la Corona de Adviento está llena de símbolos y mensajes maravillosos:
La forma circular: significa unidad, Dios no tiene principio, ni fin, es ETERNO...
El follaje verde significa: ESPERANZA.
El color rojo significa: AMOR.
Los colores de las velas:
MORADO: austeridad, penitencia, transmutación y transformación
ROSA: Amor puro, gozo y Amor a MARÍA.
BLANCO representa a CRISTO y significa PUREZA.
martes, 1 de diciembre de 2015
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